miércoles, 26 de septiembre de 2007

La protocul..¿qué?


Si pudiera traer en estos momentos a mi memoria el primer dibujo animado que marcó mi tierna infancia, sería una tarea que me tomaría toda una vida y prestada otra, ya que un gran porcentaje de mi escasa diversión, la abarcan aquellas series de dibujos proyectados en la pantalla.
Cuando la directiva de este espacio me propuso la idea de escribir sobre Animé, al principio tuve mis dudas, ya que sé de la existencia de los llamados "Otaku", fanáticos del animé, y si bien me gustan los dibujos de oriente, no soy una experta en el tema, como para escribir sobre el particular. Pero después me entusiasmé, ya que estas series me gustan bastante y en algún momento pensé en abrir un espacio para escribir mi humilde opinión de aquellos animes que me son predilectos por uno u otro motivo.
El dilema, de cuál de todos los "monos chinos" hablar. Primero pensé en una serie que trata de un grupo de niños a los que le gustaba el fútbol, pero después se me vino a la mente una palabrita, algo simple de pronunciar, pero complejo en su significado: Protocultura. Recuerdo que cuando supe de Robotech, como muchas otras series, al principio no la pescaba, no me interesaba en lo más mínimo, sobre todo porque los capítulos que veía hablaban y hablaban de algo llamado protocultura y no entendía qué diablos era eso. Además, se le sumaba a eso que los episodios que veía eran de la segunda temporada, la que menos me gusta de la serie Macros Robotech.
Pero primero, ¿qué es Robotech? Según esta servidora es lo siguiente: Robotech es una serie animada japonesa que se divide en tres partes principalmente (poniendo énfasis este artículo en la primera de ellas). Trata sobre la caída de una gigantesca nave extraterrestre, si no me equivoco, en una isla del Pacífico; la humanidad, ante este hallazgo, decide utilizar la tecnología existente en esta nave, sobre todo como un sistema de defensa en contra de la misma civilización a la que pertenece. Se hace esto augurando una posible invasión a la Tierra en el futuro. Tal vez, lo más atractivo en cuanto a los nuevos "juguetes" de guerra que se desarrollaron con la tecnología Robotech, eran los Varitech, las naves de guerra que manejaban los audaces pilotos, y que cambiaban su forma de una nave a un robot. Como en un principio no entendía de qué trataba la serie y la palabrita protocultura me parecía más interesante pronunciarla que saber su significado, no fue sino hasta unos años después, ya siendo yo una adolescente y viendo los capítulos de la primera parte, cuando quise saber más y seguir viendo, capítulo a capítulo la serie.
Robotech es una serie de ciencia ficción, como muchas series japonesas, pero si alguien en el mundo se atreviera a decir que es una serie para niños, ¡hombre!, es porque nunca en su vida ha visto un capítulo de Macros, o tal vez, ni siquiera sabe de la existencia de la serie, ya que en el fondo, es un conjunto de historias ricas en contenido, que mezcla romance, drama, humor y acción, con personajes que si bien caen en típicos estereotipos como el joven inexperto que se convierte en héroe, muestra lo que tal vez más amo: personajes entretenidos y no vacíos, sino con alma; pura, oscura, buena, maligna; de todos los tipos, pero con alma, al fin, que es la esencia del ser humano, o mejor dicho, lo que significa ser un ser humano.
Una de las cosas que puedo percibir de los "monos chinos", es esa eterna búsqueda de encontrar un significado a la vida, contestar preguntas esenciales como, quiénes somos, de dónde venimos y para dónde vamos. Muchas series tratan de "solidificar" aquello que no podemos percibir con los cinco sentidos, como el amor, el alma, el miedo; hacerlo palpable y manejable, y de esa forma, poder usarlo y controlarlo. En el fondo, el objetivo de estas series es mostrar que el que es capaz de controlar estas "cosas", es quien termina teniendo el poder.
Hay muchas escenas que son de mis predilectas en Robotech, como la batalla entre Max y Miriya, con la música principal de la serie de fondo; y las miles de escenas de Lisa Hayes (mi personaje favorito de la serie). Sin embargo, mi acto favorito se produce casi al final de la primera parte (en una gran batalla), cuando Miriya, en ese momento la ya flamante esposa de Max, lleva en su regazo, sobre su nave, a Dana, la pequeña hija de ambos; y en lugar de atacar a sus antiguos compañeros con armas, abre su nave, y les muestra a su hija (con su pequeñito y respectivo traje espacial) gritándoles que vean y observen el verdadero poder de la protocultura.
Los Zentraedi (de gran tamaño), extraterrestres en esta historia, al llegar a la Tierra y tratar de recuperar su nave, a la que los humanos llaman SDF-1, se encuentran con seres que en apariencia son similares a ellos, pero más pequeños. Seres que tienen conductas que nunca imaginaron que existían. Un simple beso en la boca entre un hombre y una mujer es una sorpresa. Son como niños tratando de entender el mundo de los adultos. Para ellos la vida no es más que un proceso de laboratorio. Por eso la escena donde Miriya, una zentraedi, muestra a su hija diciendo que ese es el poder de la protocultura, es el ejemplo perfecto de que una imagen vale más que mil palabras.

1 comentario:

Alfonso dijo...

Yo aluciné con Robotech, tanto así que ahora ya viejo pude encontrtar una réplica chanta de un veritech, que de algo de consuelo sirve para calmar el espíritu infantil.
Lo que me decpcionó la serie fue el significada de la protocultura, que en la parte final de la primera etapa la acercan al concepto de amor. Muy mamón, así que chao con la protocultura.
No quiero extender este posteo con tanta trivia de Robotech, creo que diste pie a que escriba algo de eso en mi blog.
Cuidate